jueves, 24 de noviembre de 2011

Control Prenatal ... de vital importancia para la madre y el bebe

Es el control de la embarazada, realizada en forma periódica por el médico, matrón o matrona, con el fin de evaluar su normalidad y detectar los factores de riesgo y anomalías para su oportuna resolución.

 








Características del control prenatal

  • El ingreso al control prenatal es ideal que se efectúe en forma precoz, es decir, antes de las 10 semanas de gestación.
  • El control de la embarazada se realiza en la consulta del ginecólogo o en los consultorios del sistema público de salud.
  • El control prenatal le permite el acceso al programa de alimentación complementaria.
  • El control de la gestante es más frecuente a medida que avanza la edad de embarazo:
Hasta las 30 semanas: una vez al mes
30 a 35 semanas: cada 15 días
36 y más: cada 7 días
Exámenes de rutina

Al ingreso a control prenatal se efectúan exámenes destinados a encontrar patologías o condiciones que la embarazada tenga y que pueden poner en riesgo su embarazo. Asimismo, se pide la primera ecotomografía cuyo objetivo, además de evaluar el bienestar del feto es confirmar el tiempo de embarazo y por lo tanto la fecha probable de parto (FPP)
Durante todo el periodo de gestación, se realizan por lo general, tres o cuatro ecotomografías obstétricas, sin embargo, dependiendo de cada caso, es probable que el médico tratante requiera de un mayor control ecográfico, por lo que la pedirá las veces que estime necesarias. Debe tenerse en cuenta que hay evidencia comprobada que indica que el estudio ecográfico no es dañino para el feto en ninguna etapa de su desarrollo.
Entre las 28 y 34 semanas se efectúa una segunda batería de exámenes, con el fin de asegurar que no han aparecido patologías durante la gestación.
La Historia Clínica de la gestante busca determinar su tiempo de embarazo a través de la fecha de última regla (FUR) y de antecedentes que puedan alertar sobre potenciales problemas en el desarrollo del embarazo o del feto. Por lo mismo, es fundamental que la información entregada sea fidedigna, ya que omitir datos (como hábitos de consumo de drogas por ejemplo) puede llevar a errores en el estudio y manejo del embarazo.
Examen físico:
Al ingresar al control, se realiza un examen clínico completo de la paciente y luego, en cada control se hace un control de peso, presión arterial y el examen obstétrico, en busca de elementos que escapen de la normalidad.
 Registros:
El registro del control prenatal se consigna en el carné de control que es de propiedad de la madre, y en la ficha clínica que se maneja en la consulta del médico.

Etapa prenatal parte 2

Etapa prenatal parte 1

A

El siguiente vídeo entrega información de la etapa prenatal, con el propósito de que puedas conocer como se forma el bebe y cuales son los diferentes cambios que le van ocurriendo, junto con unas entrevistas a 4 futuras madres, quienes nos cuentan sus experiencias  que están viviendo en sus embarazos.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Síndrome del alcoholismo fetal

Cuando una mujer bebe alcohol durante el embarazo, se arriesga a dar a luz a un bebé que pagará las consecuencias con deficiencias mentales y físicas para el resto de su vida.


Signos y síntomas
Las características de los niños con SAF son:
  • bajo peso al nacer
  • menor perímetro craneal
  • retraso del crecimiento
  • retraso del desarrollo
  • disfunción orgánica
  • anomalías faciales, incluyendo ojos de tamaño inferior al normal, mejillas aplanadas y surco nasolabial poco desarrollado
  • epilepsia
  • problemas de coordinación y de motricidad fina
  • escasas habilidades sociales, incluyendo dificultad para establecer y mantener vínculos de amistad y para relacionarse en grupo
  • falta de imaginación o curiosidad
  • dificultades de aprendizaje, incluyendo poca memoria, incapacidad para entender conceptos como el tiempo y el dinero, deficiente comprensión lingüística y escasa capacidad de resolución de problemas
  • problemas de comportamiento, como hiperactividad, incapacidad para concentrarse, retraimiento social, testarudez, impulsividad y ansiedad.


¿Cuánto alcohol es demasiado alcohol?
Está claro que abusar del alcohol durante el embarazo es peligroso, pero, ¿y tomarse sólo una copa de vez en cuando? No existen pruebas que permitan determinar exactamente qué cantidad de alcohol provocará anomalías congénitas. Cada mujer metaboliza el alcohol de manera diferente. Hay otros factores que también influyen sobre la variabilidad de los resultados, como la edad de la madre, la hora y la frecuencia del consumo de alcohol y si éste se ingiere o no junto con alimentos.
Como el alcohol atraviesa fácilmente la barrera placentaria y el feto no está tan preparado como la madre para eliminar el alcohol, tiende a recibir una concentración muy alta de esta sustancia, que además permanece en su organismo más tiempo que en el de la madre.
Los niños cuyas madres beben durante el primer trimestre de embarazo son los que tienen problemas más graves, ya que es durante este período cuando se está formando el cerebro. Las conexiones cerebrales del feto no se pueden formar adecuadamente en presencia del alcohol. Naturalmente, en los primeros meses muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Por eso es importante que las mujeres que quieran quedarse embarazadas adopten comportamientos saludables antes del momento de la concepción.
Algunas mujeres que se han abstenido de consumir alcohol durante los primeros meses de embarazo pueden tener la tentación de consumir bebidas alcohólicas en los últimos meses. Pero algunas de las etapas más complejas del desarrollo cerebral se completan durante el segundo y tercer trimestre, un período durante el cual el sistema nervioso puede quedar gravemente afectado por el alcohol. Incluso el consumo moderado de alcohol, y sobre todo las borracheras esporádicas, pueden dañar gravemente un sistema nervioso en proceso de desarrollo.

martes, 22 de noviembre de 2011

Cambios del sueño durante el embarazo

“No todas las mujeres  tienen insomnio y no todas requieren un tratamiento. En el embarazo  no hay sólo cambios hormonales internos, sino que está creciendo un nuevo ser en el vientre de la mujer y mientras más vaya creciendo tiene su propio desarrollo, sus movimientos, su expresión, su propio ciclo de actividad y reposo. Todo eso hace que el sueño se modifique" señala el especialista en sueño, Dr. Reyes Haro.
La postura es causa de dormir mal, ya que la futura mamá no puede descansar en la misma posición que lo hacía antes o la que más le gusta, por lo que deben buscar aquella que más les acomode hasta que el embarazo llegue a término.
En estos casos no se puede utilizar ningún inductor de sueño, pero las medidas entregadas de sueño son fundamentales para que la futura madre duerma de una manera mejor. Éstas son las causas que podrían modificar la expresión del sueño sin que necesariamente representen un trastorno. “Estas interrupciones constantes en la continuidad del sueño motivan que al día siguiente, cuando antes no se hacían siestas ahora ya hay la necesidad de hacerlas. La siesta es prácticamente imprescindible ,porque se ha modificado la expresión del sueño nocturno, pero habrá necesidad de dormir un poco durante el día” finaliza el médico.

Cambios del sueño durante el embarazo
¿El hecho que la embarazada no duerma bien afecta al bebé?

Normalmente hay despertares continuos, pero no afecta el desarrollo del bebé a menos que ocurra una situación que ponga a la madre muy tensa, irritable o que haya vivido un hecho fuerte. Por lo tanto, el estar despierta podría alterar los ritmos, actividad y descanso del bebé, pero en este caso se afecta más el sueño de la mamá que del bebé. Sólo en casos extremos podría esta irritabilidad afectar seriamente el desarrollo del bebé.

Embarazo y desarrollo prenatal



Análisis y Observación 


ABEL DORRIS y el Sindrome del Alcoholismo fetal


El síndrome del alcoholismo fetal (SAF), un conjunto de anormalidades que presentan los hijos de madres que beben durante el embarazo es una de las causas del retraso mental. Pero en 1971, cuando el escritor Michael Dorris adoptó a un niño sioux de 3 años de edad, culla madre era una empecinada consumidora de alcohol, los hechos sobre el SAF no tenían una amplia divulgación ni se habían investigado mucho científicamente, aun cuando el síndrome se había observado durante siglos. No fue si no hasta 11 años despúes, como lo relata Dorris en The Broken Cord (1989), que descubrió el origen del problema de desarrollo de su hijo adoptivo.
El niño llamado Abel, nació casi 7 semanas antes de tiempo, con bajo peso, y había sufrido de abuso y desnutrición antes de ser llevado a un hogar sustituto. Su madre había muerto de envenenamiento alcohólico a los 35 años de edad. A su padre lo golpiarón hasta matarlo en un callejón, después de un gran número de arrestos. El niño era bajo de estatura para su edad, no tenía control de los esfínteres y sólo podía decir como 20 palabras. Apesar de que le habían diagnosticado un retraso mental leve, Dorris tenía la seguridad de que en un ambiente positivo el niño podría mejorar y llegar a un nivel normal.
Abel no mejoró. Cuando cumplió 4 años todavía usaba pañales y pesaba tan sólo 12 kilos con 150 gr. Tenía problemas para recordar nombres y compañeros de juegos. Su nivel de actividad era demasiado elevado, la circunferencia de su cráneo era demasiado pequeño y padecía ataques convulsivos graves e inexplicables.
Conforme pasarón los meses, Abel tuvó problemas para aprender a contar, a identificar los colores primarios y para atarse las agujetas. Antes de entrar a la escuela fue etiquetado con "problemas de aprendizaje". Su coeficiente intelectual era, y así permaneció de 65. Gracias a los esfuerzos de una dedicada maestra de primer grado, Abel aprendió a leer y a escribir; pero su nivel de comprensión era bajo. Cuando terminó la escuela primaria, en 1983, "aún no era capaz de sumar, restar, contar dinero o identificar de forma consistente la ciudad, el estado, el país o el planeta en el que vivía" (Dorris, 1989, pp. 127-128).
Para entonces, Michael Dorris ya había descubierto lo que andaba mal con su hijo. Como profesor asociado de los estudios Native American en el Datmouth College, estaba familiarizado con las presiones culturales que elevan la prevalencia del alcoholismo entre los indígenas de Estados Unidos. En 1982, un año antes de la graduación de Abel, Michael visitó un centro de tratamiento para adolescentes con farmacodependencia en una reservación siux de Dakota del Sur. Allí se sorprendió al ver a 3 muchachos que "podrian haber sido hermanos gemelos (de Abel)" (Dorris, 1989, p. 137). No sólo se parecían a Abel, si no que actuaban como él.
El Síndrome de Alcoholismo Fetal se identificó durante los años 70, mientras Abel crecía. Una vez que el alcohol penetra en la sangre del feto, permanece ahí en altas concentraciones durante largos periodos y daña al cerebro y otros órganos vitales. No existe una cura. Como escribió un médico experto, "para el feto la resaca puede durar toda la vida" (Enloe, 1980, p. 15).
Para la familia, los efectos del SAF también pueden ser devastadores. Los años de intentos constantes por llevar a Abel a la normalidad y después aceptar los daños irreversibles hechos en el útero, bien puede haber sido un factor en los problemas posteriores del matrimonio de Michael Dorris con la escritora Louise Erdrich, el cual terminó en un divorcio y el suicidio de él ocurrido en 1997, a los 52 años. Según Erdrich, Dorris padecía una profunda depresión, posiblemente exacerbada por las dificultades que enfrento como padre (L. Erdrich, comunicación personal, lo. de marzo de 2000).
A los 20 años de edad, Abel Dorris había entrado a un programa de entrenamiento vocacional y se había mudado a un hogar supervisado, a donde se había llevado su colección de animales de peluche, muñecos de papel, historietas de periódicos, fotografías familiares y sus viejas tarjetas de cumpleaños. A los 23 años, 5 años antes de la muerte de su padre, fue atropellado y muerto por una automóvil (Lyman, 1997).

Psicología del Desarrollo de la Infancia a la Adolescencia.
Novena Edición, año 2005.
Diane E. Papalia, Sally Wendkos olds, Ruth Duskin Feldman.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Quién querrá ir el dentista cuando hay tantas otras cosas emocionantes para hacer durante el embarazo?

Atender tu salud bucal es en realidad una actividad relacionada con tu bebé. El embarazo afecta tus dientes y encías, tal como lo hace con el resto de tu cuerpo. Cuidar de tus dientes durante estos meses de descargas hormonales protegerá tu propia salud y la de tu bebé también, sin mencionar tu sonrisa.

Estás comiendo más, y esas molestas hormonas de embarazo inflamarán los tejidos de tus encías y las pondrán más suaves y sensibles. Esta combinación de factores hará que estén más susceptibles a la inflamación y al sangrado, una condición conocida como gingivitis de embarazo. La mitad de las embarazadas experimenta este problema. La gingivitis de embarazo es causada por el sarro, esa capa pegajosa y sin color que crece en tus dientes y causa su decaimiento.

Tu doctor podrá determinar si estás en riesgo de contraer una enfermedad periodontal; ésta consiste en una infección de las encías bastante seria que puede llegar a destruir fibras y el hueso de soporte que mantiene tus dientes en su lugar. Las futuras mamás que sufren esta enfermedad pueden llegar a ser siete veces más propensas a dar a luz demasiado temprano un bebé muy pequeño; los partos prematuros pueden ser provocados por la hormona prostaglandina, la cual puede ser encontrada en la bacteria oral y que es responsable de inducir la labor de parto.


Tu salud bucal tiene un impacto en los dientes de tu bebé. En algún momento entre tu tercer y sexto mes de embarazo, los dientes de tu bebé comenzarán a desarrollarse debajo de las encías. Es de vital importancia que comas una dieta con la cantidad suficiente de proteínas, calcio, fósforo y vitaminas A, C y D. ¿Por qué? Para fortalecer los dientes de tu bebé. El fluoruro también es un mineral importante para agregar a tu dieta en pos del desarrollo saludable de los dientes de tu bebé. Practicar buenos hábitos de higiene bucal ayudará a proteger los dientes de tu bebé, y también los tuyos. Los bebés no nacen con la bacteria que causa caries en los dientes, y estudios han demostrado que las madres son la fuente de transmisión de sarro y bacteria más probable para sus niños.